Ante la expectativa generada por la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tabasco, ciudadanos aprovecharon para manifestarse y pedir la intervención del mandatario para solucionar sus demandas.

En el aeropuerto internacional de Villahermosa y la entrada de la refinería Olmeca en Paraíso, se concentran diversos grupos que lo mismo exigen una audiencia con el tabasqueño que exhiben lonas y pancartas con sus inconformidades. Sin embargo, ya no se trata de concentraciones masivas como ocurría al inicio del sexenio.

En el caso de los maestros de planteles del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA), quienes demandan un incremento salarial para 120 trabajadores.

Desde el aeropuerto, expusieron que desde hace 7 años no han visto una homologación en sus sueldos y por eso piden que López Obrador los atienda.

Y en el acceso a la refinería habitantes de la villa Vicente Guerrero, una zona indígena de Centla, le recordaron al macuspanense que “amor con amor se paga” y solicitaron obras de drenaje y pavimentación debido a que no cuentan con el apoyo de las autoridades locales.

A nombre de los manifestantes, Juan Méndez Cruz dijo que esperan que el presidente agende una visita a la localidad o de ser posible les abra un espacio para atenderlos en Palacio Nacional y así poder exponerle todas sus necesidades.

“También se está pugnando por agua potable porque actualmente tenemos agua entubada, eso sí lo que queremos”, apuntó.

De igual manera, extrabajadores del municipio de Jalpa de Méndez solicitaron el pago de laudos laborales y su reinstalación por parte del gobierno de extracción morenista.

Otros acudieron en un nuevo intento por hacer que el jefe del Ejecutivo Federal frene la llamada “Ley Dedazo” en la entidad, una reforma que eliminó la elección de los delegados municipales.

Y por otra parte, también hay quien se presentó sólo para mostrar apoyo, como es el caso de Claudia García, quién viajó cientos de kilómetros sólo para entregarle a Andrés Manuel “unos totopostes y un pavo criollo”.

En dos Bocas, personal de la Marina evita que la gente ingrese sin autorización, pues sólo se permite la entrada a trabajadores e invitados a la inauguración de este día.

Con información de El Financiero